La mentalidad empresarial ha cambiado. Los gobiernos, las sociedades y las partes interesadas esperan que las empresas emprendan prácticas empresariales que sean buenas para las personas y el medioambiente, no solo el resultado final. Esto se debe a que el crecimiento económico sostenible ya no es solo un imperativo comercial, sino que es crítico para nuestro futuro.
Los riesgos medioambientales, como el fracaso de la acción climática, dominan las listas del Foro Económico Mundial de los principales riesgos mundiales en términos de probabilidad e impacto, según el Informe de Riesgos Globales 2020. Los riesgos sociales, como las crisis de agua y las enfermedades infecciosas, también se nombraron entre las principales amenazas. Sin embargo, en términos de impacto, las enfermedades infecciosas ocupan la 10ª posición, mientras que el fracaso de la acción climática se clasificó en primer lugar. Con esto en mente, es evidente que no podemos dormirnos respecto a tomar medidas para abordar los riesgos climáticos, que se prevé que tengan un impacto 10 veces mayor al de algo como la pandemia de COVID-19.
En este contexto, las empresas deben contar con una estrategia de sostenibilidad corporativa para hacer frente a la volatilidad del clima, crear un mundo mejor para nuestras comunidades y garantizar que el crecimiento económico a largo plazo sea posible.
¿Qué es la sostenibilidad corporativa?
La sostenibilidad corporativa es algo más que proteger el medioambiente, aunque eso es esencial para este enfoque. Una empresa sostenible es aquella que trabaja en sintonía con los objetivos sociales y medioambientales, en lugar de oponerse a ellos.
La sostenibilidad corporativa es una estrategia empresarial para el crecimiento a largo plazo que trabaja en armonía con la población y el planeta.
La sostenibilidad corporativa tiene tres pilares:
- El Pilar Ambiental, que incluye estrategias para eliminar y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero, utilizar energía verde, eliminar los riesgos tóxicos, reusar o reciclar materiales y administrar los residuos, reduciendo la huella de carbono a lo largo de la cadena de valor.
- El Pilar Social se refiere a prácticas que promueven la salud, la seguridad y el bienestar de los empleados, los clientes y las comunidades. Incluye actividades como establecer una cultura de seguridad efectiva, asegurar que los clientes tienen la información que necesitan para usar los productos con seguridad y proteger el acceso a los recursos básicos.
- El Pilar Económico trata de garantizar que las empresas puedan sobrevivir y prosperar para tener un impacto positivo a largo plazo. Ejemplos de esto podrían ser reducir los costes mediante el uso de menos plástico en el embalaje de productos o crear empleos ecológicos.
Sostenibilidad corporativa frente a Responsabilidad social corporativa
La sostenibilidad corporativa está estrechamente relacionada con la responsabilidad social corporativa, aunque es una práctica empresarial distinta. La responsabilidad social corporativa es un término más amplio, que se utiliza generalmente para describir las prácticas o acciones que una empresa ha tomado para promover causas sociales y medioambientales. La sostenibilidad corporativa, sin embargo, es la estrategia que una empresa usa para tener un impacto positivo sobre el medio ambiente y nuestras comunidades. Mientras que la responsabilidad social corporativa se refiere a lo que una empresa ha logrado, la sostenibilidad corporativa hace referencia a cómo una empresa va a lograr los objetivos ambientales, sociales y económicos y seguir siendo viable en los próximos años.
El impacto de la sostenibilidad
La sostenibilidad corporativa es buena para las empresas, así de simple. Teniendo en cuenta los desafíos a los que se enfrenta nuestro mundo, un enfoque en los impactos sociales y medioambientales asegura que las empresas puedan crear valor a largo plazo. La sostenibilidad corporativa ayuda a mitigar riesgos, a crear reputación de marca, aumentar los ingresos, reducir costes y atraer la inversión. Una empresa que se compromete a llevar a cabo prácticas de sostenibilidad se está asegurando un lugar en la economía futura.